Ecología
Ahora se tendrá que pensar dos veces acerca de la utilización de biocombustibles.Datos proporcionados por un estudio de la universidad de Minnesota, Estados Unidos, estiman que la conversión de maíz o de caña de azúcar en etanol, y palma o soya en biodiesel, aportaría entre 17 a 420 veces más carbón en el ambiente de lo que ahorrarían con el uso de los combustibles fósiles.
El carbón perdido al convertir selvas, sabanas y pantanos para uso industrial sobrepasa el ahorro en emisiones prometidos por los biocombustibles; en otras palabras, el carbón, que se almacena originalmente en las plantas y suelo, es liberado como dióxido de carbono, en un proceso que puede llevar décadas. Esta deuda de carbón debe ser pagada antes de que los biocombustibles producidos en estas tierras comiencen a bajar los niveles de gases de invernadero y aminorar el calentamiento global.
De esta manera, los investigadores citaron el caso de las plantaciones de palmas en Indonesia, cuyas tierras pantanosas tardarían poco más de 400 años en recuperar esta inversión, y los plantíos de soya en el territorio amazónico brasileño hasta 300 años.
Fuente: Revista muy interesante, University of Minesota.
sábado, 6 de diciembre de 2008
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