“Los buenos chistes funcionan al revés que los poemas o las piezas de música, donde la rima y el ritmo, la repetición, refuerzan la memoria”, puntualiza. Por el contrario la estructura y los remates previsibles de los gags más comunes los hacen fácil de aprender.
Robert Provine lleva dos décadas estudiando el papel que juegan la risa y el humor en nuestras vidas. Entre otras cosas ha descubierto que reír es una costumbre ancestral que nos ayuda a estrechar lazos con nuestros semejantes, y que las mujeres se ríen más que los hombres.
2 comentarios:
Yo soy muyyyyyy buena con los chistes malos ylos buenos ni me acuerdo jeje.
Saludos a Mariela por donde se encuentre :-)
gracias por tu visita rosmery, un caluroso saludo para ti.
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